¿Sabías que con más de 65 decibelios diarios pones en peligro tu salud?

Vive con nosotros como algo común. Es tan constante y perseverante que pasa inadvertido, sin darnos cuenta de que el exceso de ruido es muy perjudicial para nuestra salud.

La Organización Mundial de la Salud (OMS), que hace años comunicaba su preocupación sobre los efectos negativos que podía provocar el ruido sobre nosotros, ha elaborado una investigación sobre este tema que ha hecho saltar las alarmas. Según su informe, los españoles somos el país más ruidoso de toda Europa.

En total, unos nueve millones de españoles estamos abocados a niveles de sonido que sobrepasan los 65 decibelios diarios que la OMS establece como límite para que no llegue a ser perjudicial para nuestra salud. Y para que os hagáis una idea de lo que son 65 decibelios y cómo de fácil lo encontramos, podéis oír el sonido que hace un aspirador, una calle con bastante tráfico, el ruido de una batidora e, incluso… ¡el teléfono móvil!

Somos una sociedad ruidosa y no le damos importancia. No somos conscientes que la contaminación acústica puede ejercer efectos muy negativos que van más allá de los conocidos daños auditivos. Algunas consecuencias que no tenemos en mente pero que son mucho más presentes de lo que creemos son; la alteración del ritmo cardíaco, la generación de hipertensión arterial, el aumento de alteraciones mentales e, incluso, si el ruido supera en 10 decibelios o más el límite aceptado, el riesgo a padecer un infarto cerebral se ve incrementado en un 14 %.

El deterioro cognitivo que produce el exceso de ruido genera una disminución de calidad de vida, provocando una pérdida incesante de vida saludable. Por todo ello, en Deceuninck, comprometidos con el confort y el bienestar, creamos perfiles de ventanas con las mayores prestaciones técnicas en cuanto a aislamiento acústico y térmico, de hasta 0.96 Uf (W/m²·K) que permiten conseguir un hogar donde la calidad de vida y la salud de las personas sea lo mejor posible.