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Passivhaus

Érase una vez una familia normal…

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  • arquitectura
  • diseño
  • eficiencia energética

Traemos el caso real de una familia a la que la construcción de una vivienda bajo el estándar Passivhaus, le cambio la vida… Es un relato de Vanesa Ezquerra, arquitecto passivhaus.

Antes de nada… ¿sabéis que según datos recientes, y llegado el momento de invertir dinero en reformas encaminadas a incrementar la eficiencia energética de la vivienda, un 52% afirma que sí estaría dispuesto? Son datos de la encuesta realizada por el portal inmobiliario pisos.com con motivo del Día Mundial de la Eficiencia Energética, que ha querido conocer la postura de sus usuarios frente a este tema.

Siempre resulta esperanzador que solo un 4,5% de la muestra se haya inclinado por el no rotundo y un 43,2% tendría que pensarlo.  Y ¿cuál sería el ranking de acciones a llevar a cabo? En primer lugar tendría como protagonistas a las ventanas con doble acristalamiento (43,2%). Curioso que se centren únicamente en el grosor del cristal cuando hay numerosos puntos en los que fijarse… y en Deceuninck sabemos de lo que hablamos.deceuninck-ventanaspvc-passivhaus-familia-4

Laura, estaba cansada de vivir en una casa mal construida, mal aislada, donde todas horas podía oír los tacones de la vecina, ronquidos, ladridos, niños correteando, etc. por lo que se planteó que con el dinero que podía sacar por la venta de la casa, y un poco más, se haría la casa de sus sueños.

Su mayor miedo eran los gastos de calefacción, que en invierno, para una casa grande, pueden ser muy altos.

Siendo informada del existente estándar Passivhaus, los datos no podían ser más irónicamente “escalofriantes”: para una vivienda de 200 m2, pasaría de gastarse 2000€/año de calefacción, a 200-300€/año, garantizando una temperatura mínima de 20ºC.

El sobrecoste de esta casa rondaría un  5-10% respecto a una vivienda CTE, pero se amortizaría en 5 años, y a partir de ahí, vendrá un ahorro en torno a 1.700 €/año. La vivienda sería más confortable, a nivel térmico, acústico y de calidad del aire interior, mejorando la salud de sus habitantes inmediatamente. Dado que en una passivhaus, se vive, duerme y se disfruta mucho más que en una vivienda convencional.

Durante el proceso de construcción, y tras solventar vicisitudes varias con el constructor, porque no entendía como había cosas que se hacían de forma distinta, la obra concluyó.

Laura y su marido, se fueron a vivir a la nueva casa contentos e ilusionados, y lo primero que les llamó la atención a los pocos días, fue una sensación de confort y tranquilidad. Volvieron a dormir toda la noche completa, la casa no olía a cerrado por lo que no había que ventilar tanto, etc.

Laura va más feliz al trabajo, descansa mucho mejor y ha dejado los somníferos que tomaba. A su marido ya no le despierta por las noches, por lo que en el trabajo ha aumentado su rendimiento y esto le ha supuesto un ¡incremento de sus ingresos! Sus hijos han mejorado su nivel académico, al aumentar la concentración en el estudio,  y ya no tienen que ir a clases particulares con el consiguiente ahorro y mejora en el tiempo de ocio. Uno de ellos, que tenía asma, ha mejorado mucho su salud y puede disfrutar de planes que antes no podía con sus amigos.deceuninck-ventanaspvc-passivhaus-familia-2

La alternativa: ¿y si hubieran optado por una vivienda sin el estándar Passivhaus? Concentraciones de CO2, dificultades para el estudio y conciliar el sueño, acumulación de vapor de agua, generando gastos de mantenimiento, costes médicos derivados del asma y un empírico empeoramiento general de la calidad de vida de su familia.

La concienciación acerca de la eficiencia energética es esencial, dado que ciertos recursos son limitados y deben emplearse de forma sostenible, pensando en el futuro. Se pueden aplicar una serie de rutinas sencillas respecto al consumo energético que repercutirán positivamente en el ahorro y en nuestra calidad de vida. La renovación de las ventanas es uno de ellos, no debiendo aceptar que la pereza y el desconocimiento impidan alcanzar un nivel más racional en el uso de los recursos energéticos de nuestras viviendas.

Hasta otro día…

Fuentes: Vanesa Ezquerra, Pisos.com y Deceuninck.